La disputa de Lotería y Polla por la marca “Raspes” para juegos electrónicos

Todo partió en junio del año pasado, cuando la estatal Polla Chilena de Beneficencia solicitó la inscripción de la marca “Raspes” ante el Instituto Nacional de Propiedad industrial (Inapi). La Lotería de Concepción se opuso: “La marca pedida se encuentra indicando el nombre, categoría y objetivo de los productos que pretende distinguir, que en definitiva son para juegos electrónicos, sin carácter distintivo alguno, por lo tanto, el hecho de otorgar la marca pedida inducirá a los consumidores a errores y confusiones respecto del origen de los productos ofrecidos”, afirmó.

El instituto notificó al solicitante que la marca pedida incurría en las causales de irregistrabilidad, dada la existencia previa de la solicitud de registro de “Raspes Chanchitos”.

Con todo, el Inapi sentenció. Dijo que la coexistencia de los signos podrá llevar a riesgo de confusión provocado por la falta de claridad a la que podrán ser inducidos los consumidores al momento de elegir un producto de otro, llevándolos a pensar que son las mismas marcas y que poseen por tanto un mismo origen empresarial.

“En este sentido, se hace presente que basta con que exista la posibilidad de tal riesgo para configurar la situación anterior”, dijo el instituto, que añadió que, para estos efectos, se entenderá como consumidor medio aquella persona que no destaca ni por sus conocimientos particulares ni tampoco por ser particularmente ignorante; se trata de una persona dotada con raciocinio y facultades de percepción normales, que se encuentra frente a la oferta múltiple de productos de una misma naturaleza o directamente relacionados, pero de diversos orígenes empresariales.

A fines de febrero, Polla Chilena de Beneficencia apeló ante el Tribunal de Propiedad Industrial, en un proceso que recién comienza.